dimarts, 13 de setembre del 2011

SKORPIO 3 ANTONIO GAUDÍ página 13

Pagina 13 SKORPIO 3 Juliol 2010

ANTONIO GAUDÍ, el arquitecto de las maravillas.
Antoni Plàcid Gaudí i Cornet nació el 25 de julio de 1.852 en Reus. Su padre fue forjador (trabajador del hierro), su madre murió siendo él muy joven. Después de trabajar como aprendiz de forjador (lo cual le sirvió de base para su excelente trabajo con el hierro), Gaudí comenzó su carrera en la Escuela Superior de Arquitectura de Barcelona. Allí no destacó por ser un buen estudiante, pero pese a ello obtuvo su diploma de arquitectura en 1.878.
Su primer trabajo, incluso antes de que hubiese terminado sus estudios, fue la cascada, las rejas metálicas y las puertas del complejo del Parc de la Ciutadella en Barcelona, junto con Josep Fontseré i
Mestres, obra que se completó entre 1.877 y 1.882. Otros de los edificios que realizó en sus comienzos
Fueron: la Casa Vicens, que se construyó en el barrio barcelonés de Gracia, encargo de Don Manel Vicens, entre 1.878 y 1.880 (un edificio neogótico en el que ya se aprecia su fuerte personalidad); y el
Capricho, una casa en Comillas, Cantabria, en la cual Gaudí trabajó desde 1.883 a 1.885, aquí demostró
el perfecto conocimiento que tenia sobre el hierro como material de construcción, sin duda gracias a las
primeras enseñanzas que recibió de joven por parte de su padre, experto forjador. Poco después comenzó a trabajar para el que sería su principal mecenas durante el resto de su carrera, el empresario textil Eusebio Güell. Primero con la construcción de las caballerizas de su finca en Pedralbes, más tarde con el Palacio Güell (1.885-1.889) en Barcelona, un edificio pleno de espacios y formas innovadoras. Durante esta primera etapa, de carácter historicista, tambien construyó el Colegio de las Teresianas de la calle Ganduxer y algunas obras fuera de Catalunya, entre las que cabe destacar, el Palacio Episcopal de Astorga, comenzado en 1.887, que no terminó a consecuencia de la muerte de su mecenas, el Obispo Juan Bautista Grau Vallespinós y la Casa de los Botines (1.891-1.892), para la familia Fernández y Andrés, en León. Bastan apreciar estas obras de la primera época, para individualizar algunas de las constantes de la arquitectura gaudiniana, desde su peculiar recreación del gótico hasta su predilección por las formas curvas y dinámicas, la aplicación a la arquitectura de técnicas de decoración artesanas (vidrieras, hierro forjado, muebles diseñados por él mismo) y su singular empleo de los mosaicos de fragmentos de cerámica de vivos colores.
En 1.883 se hizo cargo de la continuación, en Barcelona, del templo expiatorio de la Sagrada Familia, una catedral neogótica que modificó totalmente el joven Gaudí. Así, en 1.891 concluyó las trazas generales de la iglesia, compuesta por cinco naves y tres fachadas monumentales, en 1.893 decidió concentrar sus esfuerzos en la construcción de la fachada del Nacimiento, que no pudo ver completamente concluida, y en 1.908 publicó la primera imagen definitiva del templo, una especie de bosque ascendente de elevadas torres.
A comienzos del siglo XX levantó otras tres obras no menos sorprendentes en la capital catalana: el Parque Güell (1.900-1.914), una obra paisajística jalonada de elementos innovadores en el ámbito arquitectónico, como la gran sala hipóstila sobre la que se asienta la plaza principal (conocida como el
“teatro griego”), el banco ondulado que delimita esta explanada y los soportales inclinados sobre los que discurre el viaducto. La casa Batlló (1.904-1.906), edificio del más puro ejemplo del modernismo, destaca por sus balconadas curvilíneas y por su expresiva cubierta en forma de dragón, recubierta por piezas de cerámica que simulan escamas. La casa Milá (1.906-1.912), conocida como “La Pedrera”, que supone un hito en la historia de la arquitectura no solo por su capacidad expresiva, sini tambien por las numerosas innovaciones (como la planta libre o las grandes proporciones de los vanos) que mas tarde caracterizaron a varios maestros de la corriente arquitectónica moderna.
Gaudí tambien fue un destacado diseñador, tanto por las imajinativas forjas que caracterizaron sus balcones y cancelas, como por el excepcional mobiliario que fabricó para distintos encargos privados.
Al igual que sus coetáneos Victor Horta o Henry van de Velde, practicó la arquitectura desde una concepción globalizadora, esmerándose en la concreción de cada detalle y proponiendo el mobiliario completo de cada vivienda que proyectaba. Entre sus piezas más relevantes se encuentran el sillón Calvet, la bancada del Parque Güell asi como la silla y el banco Batlló, donde su exuberante genio se alió a las exigencias ergonómicas en una armonía insólita, que anticipó en más de medio siglo las innovaciones del diseño moderno. Por otra parte, su obra ejerció innumerables influencias sobre las corrientes vanguardistas de la época, entre las que destacan los paralelismos con el expresionismo alemán y la herencia recogida por Salvador Dalí y otros artistas del surrealismo. Su desconcertante personalidad destaca en la historia de la arquitectura como la de un visionario, que inspiró el camino estructuralista de Pier Luigi Nervi o de Félix Candela tanto, como “la brutalidad” expresionista, de las últimas obras de Le Corbusier.
Por las noches, cuando terminaba su trabajo, Gaudí solía dar un paseo, normalmente iba a la iglesia de San FelipNeri. El 7 de junio de 1.926, fue atropellado por un tranvia. Debido a su modesta vestimenta,
Fue confundido con un mendigo y fue llevado a un hospital para pobres, el Hospital de Santa Creu, donde fue encontrado por el diácono de la Sagrada Familia y el arquitecto Sugranyes, quienes lo trasladaron a una habitación privada, en la cual falleció tres dias despues, el 10 de junio de 1.926.
Una larga procesión despidio sus restos mortales cuando fueron llevados a la cripta de la Sagrada Familia, donde fue enterrado.
Cuando murió, Gaudí era un arquitecto reconocido por sus coetáneos dentro y fuera de las fronteras españolas, pero su singular genio innovador y creativo no fue aceptado universalmente hasta varias décadas más tarde. En la actualidad, su figura es internacionalmente reconocida y su obra se cuenta
entre las más admiradas de la arquitectura de todos los tiempos. Sin duda, Gaudí es el máximo representante del modernismo y uno de los principales pioneros de las vanguardias artísticas del siglo XX. Su figura es una de las más sorprendentes de la historia de la arquitectura, tanto por sus innovaciones, en apariencia intuitivas, como por su práctica aislada de las corrientes internacionales e
Imbuida a menudo en el mero trabajo artesanal.

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