dimecres, 28 de desembre del 2022

REVISTA MENSUAL SKORPIO Nº 100 DESEMBRE 2022 PÀG. 14 " LA BANCA ENS HA TORNAT A ROBAR " LIZARRAGA

 

100 aquimicasa:Inicio>Vivienda>Compra Venta>Nos han vuelto a robar, y no es el fútbol

Hace ya mucho que pasó el tiempo de confiar en los bancos y considerar amigo al director de la sucursal de la esquina. Primero porque ya no existe esa sucursal en la esquina y segundo porque sus actuaciones a lo largo de estas dos últimas décadas, las primeras sin que la capa protectora del silencio y la opacidad se extendiera sobre sus actividades, han puesto de manifiesto su verdadera vocación, nada de servicio público y todo de esquilmar los recursos de empresas y familias.

El problema es que cada día que pasa continúan desvelándose nuevos manejos que convierten al sector no ya en delincuentes, sino en enemigo público nº1, riéndonos del peligro amarillo, Putin y el terrorismo islámico.  Y también, cada día que pasa, la certeza de la necesidad de contar con una banca pública es cada vez más evidente. El dinero y la deuda son instrumentos demasiado peligrosos para dejarlos en manos de facinerosos de nula catadura moral.

La penúltima actividad delictiva -habrá más que aún no conocemos- de la que hemos tenido noticias y que dejan a las clausulas abusivas, las comisiones ilegales y el IRPH como pequeñas raterías, eleva peligrosamente el rango de este cártel y lo suben al nivel de terrorismo de estado. Y es que, a lo largo de toda la crisis financiera que padecimos las dos pasadas décadas, actuaron contra la economía de estados europeos y por lo tanto en contra de los intereses de los ciudadanos de la Unión Europea.

Ha sido la propia Comisión Europea la que ha acusado a los bancos Deutsche Bank, alemán y Rabobank, holandés, de formar un cartel para distorsionar la competencia en el mercado de deuda soberana denominada en euros, mediante el intercambio de información sensible y otras prácticas contrarias a las reglas de la Unión Europea, entre 2005 y 2016.

En el pliego de cargos remitido a las dos entidades, el Ejecutivo comunitario les informa de sus sospechas respecto a que durante esos años usaron intermediarios para intercambiar informaciones comerciales sensibles, y coordinaron sus estrategias de precios y de negociación de cara a las negociaciones en el mercado secundario de deuda soberana, dentro del espacio económico europeo.

La Comisión Europea ha dado luz a esta acusación después de que intentara llegar a un acuerdo con ambas entidades financieras, pero la falta de avances le llevó a retomar el procedimiento formal y seguir adelante con el caso, ha informado la propia institución europea en un comunicado.

Así, las dos entidades habrían falseado la competencia en el mercado secundario de deuda soberana. Es decir, a la hora de adquirir bonos de deuda pública tanto de países de la zona euro como del propio Banco Europeo de Inversiones y bonos de países no europeos pero emitidos en euros.

Para clarificar la situación, ambos bancos pertenecen a dos de los países que durante la crisis financiera del 2011 actuaron con más fuerza en contra de los PIIGS.  La denominación fue un acrónimo con cierta connotación negativa (significa cerdos en inglés) que se usó para denominar a los países de la Eurozona (Portugal, Italia, Irlanda, Grecia y España) que sufrieron con severidad la crisis de deuda soberana de 2011. Estos países exigieron medidas económicas más duras lo que, con un gobierno del PP con Rajoy a la cabeza, que no supo defender a los españoles, originó recortes que aún sufrimos.

A la vez de la actuación de los que luego se denominaron “frugales”, sus bancos de bandera, el Deutsche Bank y el Rabobank, secundaron ataques a la deuda soberana española, la que pagamos entre todos, hinchándola hasta conseguir un endeudamiento que sufriremos nosotros y nuestros hijos. Entre los dos bancos pactaron el ratio de la deuda que paga España, manipulando el mercado y llevando nuestra deuda soberana, recordémoslo, hasta los 700 puntos de prima de riesgo, siete veces más de lo que pagaba Alemania. Y lo hicieron desde el 2005 hasta el año 2016.

Tras esta comunicación formal se abre el periodo para que Deutsche Bank y Rabobank presenten sus alegaciones, si bien Bruselas no tiene un plazo fijado para examinar sus respuestas y tomar una decisión.

En caso de que el expediente concluya en una decisión contraria a las compañías, el Ejecutivo comunitario tiene margen para imponer una multa de hasta el 10% de la facturación mundial anual de las sancionadas. Veremos…

Pero ya llueve sobre mojado, y esta actuación de bancos emblemáticos entre las entidades financieras europeas tiene otro antecedente que actuó más directamente en contra de los consumidores.

El caso se remonta a 2013, cuando durante los pasados años de bonanza económica y los primeros de crisis, los bancos quisieron ganar más dinero a costa de los consumidores y lo hicieron participando en un cártel para manipular tipos de interés de referencia como el Euríbor o el Líbor.

Como consecuencia de su descubrimiento el Ejecutivo comunitario impuso una multa de 1.700 millones de euros a seis grandes bancos internacionales y europeos -Deutsche Bank, Royal Bank of Scotland, Société Général, JPMorgan, Citigroup y RP Martin- como participantes activos en el cártel, aunque la realidad es que toda la banca europea se benefició del mismo.

Los traders de los bancos sancionados discutían entre ellos los datos que iba a ofrecer cada entidad para el cálculo del Euríbor, así como sus estrategias de negociación y de fijación de precios, con el objetivo de maximizar los beneficios para las entidades.

¿Cuánto hemos pagado de más en las hipotecas? ¿En cuánto se han beneficiado los bancos? Nadie lo sabe y parece que tampoco interesó mucho saberlo. En concreto la Comisión, consideró que estas malas prácticas no afectaban a los contratos e intereses cobrados a los particulares. La realidad es que una posible reclamación de la innumerable cantidad de afectados por la manipulación hubiera supuesto una auténtica catástrofe para el sector bancario, por lo que se decidió sacrificar a los consumidores en el altar de la tranquilidad financiera europea.

La multa, esa de 1.700 millones de euros, que habría que ver en qué se quedó, es el chocolate del loro frente a los beneficios obtenidos durante todos los años de manejos financiero. Años duros en España, en los que muchas familias y empresas no pudieron hacer frente a sus cuotas hipotecarias siendo ejecutados y desahuciados y, teniendo en cuenta la influencia del Euríbor en la revisión de la mayoría de los préstamos, es de suponer que los turbios negocios bancarios pudieron influir en muchas suspensiones de pagos de dichas familias y empresas.

Lo sucedido con Rabobank y Deutsche Bank es una nueva indicación de que la deuda y la creación de dinero son un negocio estratégico, tanto o más que las armas y las nuevas tecnologías, que no deben dejarse en manos privadas para las que el beneficio es el único objetivo. Esas actuaciones en el exterior y otras dentro de nuestras fronteras, con un Gobierno entregado a la banca y sus necesidades nos costó un rescate bancario de 101.500 millones, con unos intereses que aún estamos pagando. Y siendo malo, lo peor es que sea el fútbol lo que nos preocupa y ocupa las portadas de los periódicos.

Eduardo Lizarraga

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