diumenge, 20 de gener del 2019

REVISTA MENSUAL SKORPIO REPUBLICÀ Nº 53 LA 1ª INDEPENDENT DEL MARESME, GUARDONADA EN POESIA. GENER 2019 PÀG. 11 ECONOMIA " ACTIVOS INMOBILIARIOS " LIZARRAGA



La Estabilidad Y La Consolidación Serán La Tónica En El 2019

Terminamos el año y las expectativas del sector inmobiliario continúan siendo buenas, al menos hasta el 2020, aunque distintos factores parecen indicar que el explosivo año 2018 no se repetirá. La compraventa de vivienda, que va a terminar el año con una cifra cercana a las 575.000 operaciones y un crecimiento interanual del 14%, se ralentizará al año 2019,  con un incremento que apenas superará el 7%.
Por su parte, los precios han crecido de media un 5% este año y mantendrán firme su recuperación el 2019,  con incrementos superiores y que pueden alcanzar el 5,2, teniendo aún tienen mucho recorrido para recuperar los perdidos techos del año 2008. Este moderado incremento medio se debe al ajuste a la baja que continúa produciéndose en zonas de sobre oferta o a las mínimas subidas en poblaciones medianas, que compensan los elevados crecimientos en Madrid, Barcelona, Valencia –que está subiéndose al carro en los últimos meses-  y algunas zonas costeras.
En estas grandes ciudades, el incremento del precio de la vivienda ha sido importante con tasas interanuales superiores al 10,5% en el caso de Madrid y del 8,2% en Barcelona. Teniendo en cuenta que ambas provincias suponen el 28% de las ventas totales  y que en determinadas ciudades con Málaga o San Sebastián se producen subidas superiores al 10%, entendemos  que en los precios medios su peso se compense con otras zonas estancadas o de crecimientos muy modestos como Bilbao o Zaragoza o incluso negativos como Castilla León o Castilla La Mancha.
No son tan buenos los datos para  la construcción residencial, que penas ha superado incrementos del 7% este año y retrocederá ligeramente el 2019 para volver a crecer en el 2020. Es al menos lo que opinan el Instituto de Práctica Empresarial (IPE) y la Fundación de Cajas de Ahorros (Funcas).  Las diferencias regionales en la edificación de viviendas continuarán existiendo, con un mercado fragmentado  a varias velocidades y con Madrid en cabeza con un 20% del total. Le siguen la Comunidad Valenciana, Andalucía y Murcia, que elevan sus grúas a buen ritmo, destacando Málaga que vuelve a vivir el auge de la construcción de segunda residencia.  Cataluña se va distanciando debido a las incertidumbres políticas y económicas que continúan presentes.
Las causas de la situación de bonanza del mercado inmobiliario hay que buscarlas en un entorno económico muy favorable, con creación de empleo, tipos de interés en mínimos y nuevas facilidades para la financiación hipotecaria. A todo ello es preciso sumarle la presencia mantenida de un sector inversor que busca en las rentabilidades de la vivienda lo que la Bolsa, con su inseguridad o los depósitos bancarios con sus ridículas retribuciones, son incapaces de darle.
La economía española está experimentando una cierta desaceleración en el segundo semestre del 2018, pero prosigue su ciclo expansivo previéndose un crecimiento del 2,3% del PIB en 2019. La financiación continúa accesible, con tipos medios que no superan el 2,5% y con unas perspectivas favorables. El BCE ya ha advertido que el proceso de normalización de la política monetaria será muy gradual no aumentando el tipo de interés de referencia hasta el segundo semestre del 2019 y sin brusquedades durante todo el 2020.
Por ello, la inversión en vivienda va a seguir ofreciendo una rentabilidad muy superior a otras posibilidades, con lo que seguirá impulsando la demanda de manera regular. La rentabilidad bruta del alquiler, que el Banco de España estima en un 4,4%, sigue siendo la única alternativa atractiva para los inversores, con retornos superiores a la inflación y un mantenimiento del poder adquisitivo.
No podemos olvidar que la fuerza de la demanda de vivienda por parte de extranjeros continúa incrementándose y que si cerró el año 2017 en 89.000 operaciones, podría cerrar el 2018 superando con soltura las 100.000 compraventas. Únicamente un Brexit duro podría alterar, en el caso de los ciudadanos del Reino Unido, este crecimiento.
En el año 2019 estas variables van a mantenerse, aunque más flojas que este año, lo que contribuirá a un menor crecimiento del sector y al alejamiento del riesgo de burbuja inmobiliaria. El sector continuará creciendo de manera constante durante tres o cuatro años más en que se prevé una toma de suelo suave y que sólo puede propiciar ajustes más duros con bajada de precios en las zonas de mayor crecimiento de precios, como son Madrid y Barcelona, aunque la estabilidad que se les supone para los próximos años podría atenuar esta caída.
La situación general va a ser aún expansiva y de crecimiento, ocupando las zonas periféricas el interés de compradores que huyen de los elevados precios de las almendras centrales. Los incrementos en la demanda van a suavizarse porque subir de las 500.000 viviendas vendidas anualmente no va a ser fácil.
El crecimiento económico para el 2019 se está corrigiendo a la baja, con lo que la creación de empleo será menor; la política económica del BCE ha tocado a su fin, implicando subidas ligeras pero constantes del precio del dinero y el Gobierno ha iniciado una cierta regulación del mercado de los alquileres que podría complementarse  controlando los precios máximos por parte de los ayuntamientos afectados, como quiere Podemos, el año que viene.
Sin embargo, por otra parte, es preciso añadir que los inversores van a mantener su interés en el ladrillo, porque la Bolsa y sus turbulencias son poco atractivas, ya lo advierte Alan Greenspan, alarmado por la situación económica con China, su posible devaluación de la moneda y los temores a una desaceleración mundial, “los inversores deben buscar lugares de protección”. Y el inmobiliario con sus elevadas rentabilidades es uno de ellos.
Otro interesante dato a tener en cuenta y que pasado el efecto del barullo del Supremo volverá con fuerza, es la guerra hipotecaria desatada entre las entidades financieras, que han resucitado- en algunos casos- las hipotecas al 100%, una de las causas de la burbuja inmobiliaria con su efecto sobre los precios. Son millones las personas que viven de alquiler y que ante los elevados precios, podrían verse tentadas por las hipotecas que les ofrecen los bancos y dar el paso en los dos o tres próximos años.
La situación de los alquileres, afectados por la escasez de la oferta en grandes ciudades, la llegada de inversores grandes y pequeños, junto al auge de plataformas de alquiler vacacional, es claramente alcista. Y han alcanzado un precio en determinadas zonas  que supera el 30% en el período 2014-2018  y se acerca al 50% en áreas turísticas como Palma de Mallorca. Esta situación ha creado una cierta presión social  que ha obligado al Gobierno de Sánchez a actuar.
La nueva normativa, ha realizado modificaciones de la legislación de arrendamientos urbanos, entre las que destacan la ampliación del contrato tipo de alquiler desde 3 a 5 años y la prórroga desde 1 hasta 3 años. La vinculación de la subida de los alquileres al IPC y el establecimiento de precios máximos están a la espera.
Si a ello le sumamos la huida de inquilinos, propiciada por los elevados arrendamientos en comparación con el coste de las hipotecas, entendemos el leve descenso de precios y una mayor existencia de inmuebles en alquiler. El 2019 continuará con esta tónica y el descenso de precios será más acusado.
Toda esta situación de alza de precios en la vivienda por compra o alquiler, junto con un muy inferior crecimiento de los salarios, ha traído un deterioro en los ratios de accesibilidad a la vivienda con un esfuerzo financiero cada vez mayor. Así, según el Banco de España, el porcentaje medio de la renta familiar que se destina al pago de la vivienda ronda ya el 35%, incrementándose también el número de años de renta que hay que dedicar a la compra de una vivienda y que ha pasado de 6,9 a 7,3 en un año.
Un año 2019 continuista, con menores incrementos en todos los sentidos, pero con estabilidad para el sector, a la espera de un 2020 que puede volver a ver subidas más fuertes en precios y compraventas. Todo depende de esa macroeconomía que anda un poco revuelta por las andanzas de determinados personajes. Con tranquilidad y confianza lo iremos viendo. ¡¡Felices Fiestas!!

LIZARRAGA


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