REVISTA SKORPIO Nº 19 LA PRIMERA DEL MARESME JULIOL-SEPTEMBRE 2014 PAG.14 NOTICIES ABDICA EL REY- ¿CUANTO CUESTA UN MILAGRO?

LA PRIMERA REVISTA DEL MARESME Núm. 19 - Juliol/Setembre 2014 11 Abdica el Rey La abdicación del Rei no soluciona nada, el cambio de Rey no mejorará la vida del pueblo español. Nunca la monarquía ni el gobierno con sus deficientes deciciones han mejorado la vida social española. Hace ya muchos años que el pueblo está pidiendo la abolición de la monarquía en España. Catalunya ya en el año 1978 se manifestó en contra de esta institución. En un estado democrático, si es que lo és, y especialmente cuando ya lleva tantos y tantos años ostentando este régimen (más teórico que práctico) es más que obligado preguntarle al pueblo su opinión. Por tanto es del todo imperativo promulgar un referéndum en el que el pueblo español se manifieste. No es suficiente con cambiar de Rei, hace falta que esta dinastía contemple y respete a los ciudadanos en estos momentos muy difíciles para España más que para otra nación ya que estamos en la mira del mundo, pero no por el buen ejemplo sino por la mediocridad. Nunca España ha estado tan mal mirada a nivel internacional, a unos niveles tan bajos. La verdad se lo ha ganado a pulso. El pueblo tiene que hablar, hay que preguntarle monarquía sí o monarquía no. Si solo cambiamos de Rei continuaremos con la herencia, y precisamente lo que no tenemos que permitir es continuar entre otras cosas con esta negativa actitud política, el escandaloso paro, la indignante corrupción, la alarmante falta de justicia, el insostenible y permitido desmadre bancario, etc. Tenemos que romper de una vez por todas con el pasado oscuro y tenebroso, rompamos con esta época negra española, abramos las ventanas de par en par para que nos entre aire fresco no contaminado. Al Rey Juan Carlos además de sus conocidas grandes correrías le recuerdo algunos pasajes como: "La justicia es igual para todos", sin comentarios. En una ocasión pronunció un discurso en Catalunya, dijo: "Jamás se ha obligado a nadie hablar en castellano". Seguramente no se dio cuenta que sus palabras las escucharían ciudadanos que vivieron la posguerra en Cataluña. Sin querer ser mal pensados, tenemos que creer que todo ello es producto de la ignorancia, o bien un insulto a la inteligencia. Amigos mios que os parece votar por un referéndum? y que el pueblo decida. Iosep Garriga Rosa era una niña precoz de siete años. Un día escuchó a su madre y a su padre hablar acerca de su hermanito Juan. Ella solo sabía que su hermano estaba muy enfermo y que su familia no tenía dinero. Planeaban mudarse a un complejo de apartamentos el siguiente mes, porque su padre no tenía el dinero para las facturas médicas y la hipoteca. Solo una operación costosísima podría salvar a Juan. Se enteró que su padre estaba gestionando un préstamo pero no lo conseguía. Escuchó a su padre murmurarle a su madre, quien tenía los ojos llenos de lágrimas, "solo un milagro puede salvarlo". Rosa fue a su cuarto y sacó un frasco de jalea lleno de monedas que mantenía escondido en su armario. Vació todo su contenido en el suelo y lo contó cuidadosamente. Lo contó una segunda vez, ¡una tercera!. La cantidad tenía que ser perfecta. No había margen para errores. Luego colocó todas las monedas en el frasco nuevamente, lo tapó y se escabulló por la puerta trasera, caminó 1O manzanas hasta la farmacia del pueblo. Esperó pacientemente su turno. El farmacéutico parecía muy ocupado con un cliente y no le prestaba atención. Rosa movió su pie haciendo ruido. Nada. Se aclaró la garganta con el peor ruido que pudo producir. Nada. Finalmente, sacó una moneda del frasco y golpeó el mostrador. ¿Qué deseas?- Le preguntó el farmacéutico en un tono bastante desagradable. Y le dijo sin esperar respuesta: "¿No ves que estoy hablando con mi hermano que acaba de llegar de Barcelona y no lo he visto en años?". " Bueno, yo también quiero hablarle acerca de mi hermanito," le contestó Rosa en el mismo tono que usara el farmacéutico. "Está muy enfermo y quiero comprar un milagro." ¿Qué dices? Dijo el farmacéutico. "Su nombre es Juan y tiene algo creciéndole dentro de la cabeza y mi padre dice que solo un milagro lo puede salvar. Así que, ¿Cuánto cuesta un milagro? Aquí ¿Cuánto cuesta un milagro? no vendemos milagros pequeña. Lo siento pero no te puedo ayudar. Le contestó el farmacéutico ahora en un tono más dulce. "Mire, yo tengo el dinero para pagarlo. Si no es suficiente, conseguiré el resto. Solo dígame cuanto cuesta. El hermano del farmacéutico era un hombre elegante. Se inclinó y le preguntó a la niña: "¿Qué clase de milagro necesita tu hermanito?". No lo se. Contestó Rosa con los ojos a punto de explotar. Solo se que está muy enfermo y mi mami dice que necesita una operación. Pero mi papá no puede pagarla, así que yo quiero usar mi dinero. ¿Cuánto dinero tienes?- Le preguntó el hombre de Barcelona. "Un dólar con once centavos" -Contestó Rosa en una voz que casi no se entendió. "Es todo el dinero que tengo pero puedo conseguir más si lo necesita". Pués que coincidencia. Dijo el hombre sonriendo. "Un dólar con once centavos, es justo el precio de un milagro para hermanos menores". Tomó el dinero en una mano y con la otra cogió a la niña del brazo y le dijo: Llévame a tu casa. Quiero ver a tu hermano y conocer a tus padres. Veamos si yo tengo el milagro que tu necesitas. Ese hombre de buena apariencia era un reconocido y famoso cirujano especialista en neurocirugía. La operación se efectuó sin cargos y en poco tiempo Juan estaba de regreso a casa y con buena salud. Los padres de Rosa hablaban felices de las circunstancias que llevaron a este doctor hasta su puerta. Esa cirugía, dijo su madre. "Fue un verdadero milagro". Me pregunto cuánto habría costado. Rosa sonrió. Ella sabía exactamente cuanto costaba un milagro. "Un dólar con once centavos más la fe de una pequeña niña. La fe es creer que se tiene lo que no se ve. Perserverar en lo imposible. Hay una frase muy bella que dice: "Si le pides a Dios un árbol te lo dará, en forma de semilla. Anónimo