ACRAB
1ª ARTICLE DEL
LLIBRE DEL DR. SERREBONA “NO TE MUERAS TONTO
Veneramos
enormemente a los sabios. Sobre todo a los antiguos. Un ejemplo de ellos es Arquímedes
de Siracusa (287 aC-212 aC). Marchó a Alejandría, para estudiar matemáticas y
geometría con Euclides de Megara (325 aC-265 aC). En Alejandría, desecó
pantanos y canalizó aguas de riego. Era un excelente inventor. Luego volvió a
la corte de Siracusa.
En Siracusa
reinaba Hierón II (306 aC-215 aC). Este tirano había entregado oro y plata a un
joyero, para que le hiciera una corona. La corona resultó fascinante. Pero
Hierón desconfiaba de la honradez del joyero. Fue entonces, cuando le encargó a
Arquímedes que averiguara el peso exacto de oro y plata de la corona.
Para meditar,
Arquímedes, se metió en la bañera. Y meditó. Y encontró la solución. Fue cuando
corrió gritando su célebre: “¡eureka!”
por la calle. Es Marcus Vitruvius Pollio, un arquitecto e ingeniero romano,
quien nos explica la solución. “Introdujo
sucesivamente cantidades de oro y plata, equivalentes a las que entregó Hierón
al joyero, en recipientes de agua. Y midió el líquido desalojado por ellas”.
De esta forma, sin
destruir la corona, comprobó los pesos de oro y plata, y la honradez del
joyero. Había descubierto lo que se llama: “El
Principio de Arquímedes”, que cualquier colegial conoce. También inventó la
fórmula matemática para utilizar físicamente la palanca. Aunque la palanca sea
un invento prehistórico, su fórmula para utilizarla industrialmente, se debe,
asimismo, a Hierón.
Éste había hecho
construir un enorme barco. Cuando fueron a botarlo al mar, no pudieron.
Arquímedes, con su fórmula lo logró. Después, solemnemente, dijo su también
célebre frase: “Dadme un punto de apoyo y
levantaré la Tierra ”.
¡Qué frases tan verdaderas y maravillosas! ¡Cuánta gente se ha beneficiado de
ellas!
Pero Arquímedes
era siracusano. O sea griego. Y, un mal día, los romanos enviaron a Marco
Claudio Marcelo (268 aC-208 aC) con 50 naves para invadir Siracusa. Arquímedes
se puso a trabajar. Inventó enormes catapultas. Espejos que concentraban la luz
en un punto, quemando así las velas y naves romanas. Y unas grúas gigantescas,
que levantaban las naves romanas y las dejaban caer, destruyéndolas.
Arquímedes
recuerda a Leonardo di Ser Piero
da Vinci (1452-1519). Gran inventor de artilugios militares, como tantos otros
inventores, que en otro capítulo mencionaré. Y la pregunta es esta: ¿porqué la gran mayoría de inventores,
inventan aparatos militares? La respuesta a esta pregunta es muy simple. Es
la guerra quien hace progresar la
Ciencia.
Si no eres demasiado tonto,
habrás comprendido que los inventos civiles son inventos militares. Los
puramente militares, en estado de guerra, al finalizar su cometido militar, se
comercializan civilmente. Es el caso del GPS. En tiempo de entre guerras, los
inventores se dedican exclusivamente a inventos civiles. Inventos que, en caso
de guerra, pueden militarizarse con todo éxito. Es el caso de las grúas de
Arquímedes.
Y tú, tonto, sigues venerando
a los sabios. Y, es que, la
Humanidad nació militar. Y morirá militar. Es nuestra
zoología, quien manda nuestro cerebro. Por eso, todos nos morimos tontos.
Excepto los que intentamos comprender la realidad. Que, al menos, morimos menos
tontos. Despabila.
ACRAB
1ª ARTICLE DEL
LLIBRE DEL DR. SERREBONA “NO TE MUERAS TONTO
Veneramos
enormemente a los sabios. Sobre todo a los antiguos. Un ejemplo de ellos es Arquímedes
de Siracusa (287 aC-212 aC). Marchó a Alejandría, para estudiar matemáticas y
geometría con Euclides de Megara (325 aC-265 aC). En Alejandría, desecó
pantanos y canalizó aguas de riego. Era un excelente inventor. Luego volvió a
la corte de Siracusa.
En Siracusa
reinaba Hierón II (306 aC-215 aC). Este tirano había entregado oro y plata a un
joyero, para que le hiciera una corona. La corona resultó fascinante. Pero
Hierón desconfiaba de la honradez del joyero. Fue entonces, cuando le encargó a
Arquímedes que averiguara el peso exacto de oro y plata de la corona.
Para meditar,
Arquímedes, se metió en la bañera. Y meditó. Y encontró la solución. Fue cuando
corrió gritando su célebre: “¡eureka!”
por la calle. Es Marcus Vitruvius Pollio, un arquitecto e ingeniero romano,
quien nos explica la solución. “Introdujo
sucesivamente cantidades de oro y plata, equivalentes a las que entregó Hierón
al joyero, en recipientes de agua. Y midió el líquido desalojado por ellas”.
De esta forma, sin
destruir la corona, comprobó los pesos de oro y plata, y la honradez del
joyero. Había descubierto lo que se llama: “El
Principio de Arquímedes”, que cualquier colegial conoce. También inventó la
fórmula matemática para utilizar físicamente la palanca. Aunque la palanca sea
un invento prehistórico, su fórmula para utilizarla industrialmente, se debe,
asimismo, a Hierón.
Éste había hecho
construir un enorme barco. Cuando fueron a botarlo al mar, no pudieron.
Arquímedes, con su fórmula lo logró. Después, solemnemente, dijo su también
célebre frase: “Dadme un punto de apoyo y
levantaré la Tierra ”.
¡Qué frases tan verdaderas y maravillosas! ¡Cuánta gente se ha beneficiado de
ellas!
Pero Arquímedes
era siracusano. O sea griego. Y, un mal día, los romanos enviaron a Marco
Claudio Marcelo (268 aC-208 aC) con 50 naves para invadir Siracusa. Arquímedes
se puso a trabajar. Inventó enormes catapultas. Espejos que concentraban la luz
en un punto, quemando así las velas y naves romanas. Y unas grúas gigantescas,
que levantaban las naves romanas y las dejaban caer, destruyéndolas.
Arquímedes
recuerda a Leonardo di Ser Piero
da Vinci (1452-1519). Gran inventor de artilugios militares, como tantos otros
inventores, que en otro capítulo mencionaré. Y la pregunta es esta: ¿porqué la gran mayoría de inventores,
inventan aparatos militares? La respuesta a esta pregunta es muy simple. Es
la guerra quien hace progresar la
Ciencia.
Si no eres demasiado tonto,
habrás comprendido que los inventos civiles son inventos militares. Los
puramente militares, en estado de guerra, al finalizar su cometido militar, se
comercializan civilmente. Es el caso del GPS. En tiempo de entre guerras, los
inventores se dedican exclusivamente a inventos civiles. Inventos que, en caso
de guerra, pueden militarizarse con todo éxito. Es el caso de las grúas de
Arquímedes.
Y tú, tonto, sigues venerando
a los sabios. Y, es que, la
Humanidad nació militar. Y morirá militar. Es nuestra
zoología, quien manda nuestro cerebro. Por eso, todos nos morimos tontos.
Excepto los que intentamos comprender la realidad. Que, al menos, morimos menos
tontos. Despabila.
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