diumenge, 30 d’abril del 2017

REVISTA MENSUAL SKORPIO Nº 34 LA 1ª INDEPENDENT DEL MARESME ABRIL 2017 PÁG. 8 " NO TE MUERAS TONTO " 1ª PART DR. SERREBONA


ACRAB

 

 

1ª ARTICLE DEL LLIBRE DEL DR. SERREBONA “NO TE MUERAS TONTO

 

Veneramos enormemente a los sabios. Sobre todo a los antiguos. Un ejemplo de ellos es Arquímedes de Siracusa (287 aC-212 aC). Marchó a Alejandría, para estudiar matemáticas y geometría con Euclides de Megara (325 aC-265 aC). En Alejandría, desecó pantanos y canalizó aguas de riego. Era un excelente inventor. Luego volvió a la corte de Siracusa.

 

En Siracusa reinaba Hierón II (306 aC-215 aC). Este tirano había entregado oro y plata a un joyero, para que le hiciera una corona. La corona resultó fascinante. Pero Hierón desconfiaba de la honradez del joyero. Fue entonces, cuando le encargó a Arquímedes que averiguara el peso exacto de oro y plata de la corona.

 

Para meditar, Arquímedes, se metió en la bañera. Y meditó. Y encontró la solución. Fue cuando corrió gritando su célebre: “¡eureka!” por la calle. Es Marcus Vitruvius Pollio, un arquitecto e ingeniero romano, quien nos explica la solución. “Introdujo sucesivamente cantidades de oro y plata, equivalentes a las que entregó Hierón al joyero, en recipientes de agua. Y midió el líquido desalojado por ellas”.

 

De esta forma, sin destruir la corona, comprobó los pesos de oro y plata, y la honradez del joyero. Había descubierto lo que se llama: “El Principio de Arquímedes”, que cualquier colegial conoce. También inventó la fórmula matemática para utilizar físicamente la palanca. Aunque la palanca sea un invento prehistórico, su fórmula para utilizarla industrialmente, se debe, asimismo, a Hierón.

 

Éste había hecho construir un enorme barco. Cuando fueron a botarlo al mar, no pudieron. Arquímedes, con su fórmula lo logró. Después, solemnemente, dijo su también célebre frase: “Dadme un punto de apoyo y levantaré la Tierra”. ¡Qué frases tan verdaderas y maravillosas! ¡Cuánta gente se ha beneficiado de ellas!

 

Pero Arquímedes era siracusano. O sea griego. Y, un mal día, los romanos enviaron a Marco Claudio Marcelo (268 aC-208 aC) con 50 naves para invadir Siracusa. Arquímedes se puso a trabajar. Inventó enormes catapultas. Espejos que concentraban la luz en un punto, quemando así las velas y naves romanas. Y unas grúas gigantescas, que levantaban las naves romanas y las dejaban caer, destruyéndolas.

 

Arquímedes recuerda a Leonardo di Ser Piero da Vinci (1452-1519). Gran inventor de artilugios militares, como tantos otros inventores, que en otro capítulo mencionaré. Y la pregunta es esta: ¿porqué la gran mayoría de inventores, inventan aparatos militares? La respuesta a esta pregunta es muy simple. Es la guerra quien hace progresar la Ciencia.

 

Si no eres demasiado tonto, habrás comprendido que los inventos civiles son inventos militares. Los puramente militares, en estado de guerra, al finalizar su cometido militar, se comercializan civilmente. Es el caso del GPS. En tiempo de entre guerras, los inventores se dedican exclusivamente a inventos civiles. Inventos que, en caso de guerra, pueden militarizarse con todo éxito. Es el caso de las grúas de Arquímedes.

 

Y tú, tonto, sigues venerando a los sabios. Y, es que, la Humanidad nació militar. Y morirá militar. Es nuestra zoología, quien manda nuestro cerebro. Por eso, todos nos morimos tontos. Excepto los que intentamos comprender la realidad. Que, al menos, morimos menos tontos. Despabila.

 

ACRAB

 

 

1ª ARTICLE DEL LLIBRE DEL DR. SERREBONA “NO TE MUERAS TONTO

 

Veneramos enormemente a los sabios. Sobre todo a los antiguos. Un ejemplo de ellos es Arquímedes de Siracusa (287 aC-212 aC). Marchó a Alejandría, para estudiar matemáticas y geometría con Euclides de Megara (325 aC-265 aC). En Alejandría, desecó pantanos y canalizó aguas de riego. Era un excelente inventor. Luego volvió a la corte de Siracusa.

 

En Siracusa reinaba Hierón II (306 aC-215 aC). Este tirano había entregado oro y plata a un joyero, para que le hiciera una corona. La corona resultó fascinante. Pero Hierón desconfiaba de la honradez del joyero. Fue entonces, cuando le encargó a Arquímedes que averiguara el peso exacto de oro y plata de la corona.

 

Para meditar, Arquímedes, se metió en la bañera. Y meditó. Y encontró la solución. Fue cuando corrió gritando su célebre: “¡eureka!” por la calle. Es Marcus Vitruvius Pollio, un arquitecto e ingeniero romano, quien nos explica la solución. “Introdujo sucesivamente cantidades de oro y plata, equivalentes a las que entregó Hierón al joyero, en recipientes de agua. Y midió el líquido desalojado por ellas”.

 

De esta forma, sin destruir la corona, comprobó los pesos de oro y plata, y la honradez del joyero. Había descubierto lo que se llama: “El Principio de Arquímedes”, que cualquier colegial conoce. También inventó la fórmula matemática para utilizar físicamente la palanca. Aunque la palanca sea un invento prehistórico, su fórmula para utilizarla industrialmente, se debe, asimismo, a Hierón.

 

Éste había hecho construir un enorme barco. Cuando fueron a botarlo al mar, no pudieron. Arquímedes, con su fórmula lo logró. Después, solemnemente, dijo su también célebre frase: “Dadme un punto de apoyo y levantaré la Tierra”. ¡Qué frases tan verdaderas y maravillosas! ¡Cuánta gente se ha beneficiado de ellas!

 

Pero Arquímedes era siracusano. O sea griego. Y, un mal día, los romanos enviaron a Marco Claudio Marcelo (268 aC-208 aC) con 50 naves para invadir Siracusa. Arquímedes se puso a trabajar. Inventó enormes catapultas. Espejos que concentraban la luz en un punto, quemando así las velas y naves romanas. Y unas grúas gigantescas, que levantaban las naves romanas y las dejaban caer, destruyéndolas.

 

Arquímedes recuerda a Leonardo di Ser Piero da Vinci (1452-1519). Gran inventor de artilugios militares, como tantos otros inventores, que en otro capítulo mencionaré. Y la pregunta es esta: ¿porqué la gran mayoría de inventores, inventan aparatos militares? La respuesta a esta pregunta es muy simple. Es la guerra quien hace progresar la Ciencia.

 

Si no eres demasiado tonto, habrás comprendido que los inventos civiles son inventos militares. Los puramente militares, en estado de guerra, al finalizar su cometido militar, se comercializan civilmente. Es el caso del GPS. En tiempo de entre guerras, los inventores se dedican exclusivamente a inventos civiles. Inventos que, en caso de guerra, pueden militarizarse con todo éxito. Es el caso de las grúas de Arquímedes.

 

Y tú, tonto, sigues venerando a los sabios. Y, es que, la Humanidad nació militar. Y morirá militar. Es nuestra zoología, quien manda nuestro cerebro. Por eso, todos nos morimos tontos. Excepto los que intentamos comprender la realidad. Que, al menos, morimos menos tontos. Despabila.

 

Cap comentari:

Publica un comentari a l'entrada